Olvida todo lo que te pueda decir.Es mi mentira de ti.

miércoles, 26 de enero de 2011

¿Que tál la sensación de ver como ardian por tí mis manos en el fuego?

Y aquí me quedé, como lo que el viento se dejó.
Se lo llevó todo, pero se olvidó de una caja de lunares y pestañas.
Se olvidó de mi vacío.
No entiendo porqué. Ni entiendo cómo. En realidad no entiendo nada.
Un olvido lo tiene cualquiera. Pero ahora no tengo nada con que jugar.
Ni lugares donde bailar.
No veo, no huelo, no siento.
-¿Dónde está eso?
-¿El qué?
-Nada.
Y aquí me quedé, como el rio congelado donde flotaba su cuerpo.
No.
No más.
Es tan tarde que es ahora. El momento menos pensado.
El aire está lleno de gritos.
Y aquí me quedé, sin luz, ni noche, ni llama, ni llanto, ni árbol, ni pez, ni cascabel, ni sonrisa, no mariposa ahogada en el tintero, sin casa, sin cuerpo, sin espejo, sin cuadernos, sin acuarela roja, me quede sin recuerdos, ni nostalgia, ni tristeza, ni quebranto, ni suspiros, ni despedida. Me quedé sin despedida.
Sé obsceno.
No.
No más.
No más drama.

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