Olvida todo lo que te pueda decir.Es mi mentira de ti.

miércoles, 30 de abril de 2014

(no)necesito oxigeno(no)



No me importa el cansancio. Quiero dar. Me lo exijo. Tengo ansiedad y no sé como hacerlo, tengo un bloqueo, necesito unos alicates y abrirme el esternón. Lo único que no podría soportar es que salieras tú.  Porque eres mi huida, y a eso me agarro para crear. A las Huidas.
Hoy he tirado a la basura sujetadores de aros, calcetines sin pareja, bragas del antiguo Egipto, pilas de utilidad desconocida… pero no me he deshecho de ti. Lo olvidé. Ahora te agarras a mis vísceras y me arrancas los recuerdos, las pulsiones, las chispas que renuevan enfoques. Me he quedado pensando lo mismo durante horas, tengo un cortafuegos en el cerebro que me impide avanzar, dime, tránsfuga de autodominio, ¿qué puedo hacer? No quiero pero quiero, quiero no querer, queriendo hasta la extenuación, el desgarre, llevar al máximo la contradicción hasta que el corazón se estira tanto que me lo pongo de careta. Me queda tan ajustada que me impide respirar y no puedo hacer nada que sirva de algo.
Como acercarme a tí y decirte todo lo que significa un cortafuegos en mi cabeza.

Cansancio... pero quiero que me hables de lo que te hace llorar y que todas las canciones sean madrugada.


Antes de que mi bolígrafo escriba la palabra "Adiós"

Escribo de ti.
Por ti.
Para ti.

Escribo por lo que fuimos.
Lo que vivimos.
Lo que nos contamos.

Escribo sobre nuestra carne.
Nuestros lugares.
Sobre la conexión de nuestros ombligos.

Escribo tus mentiras.
Mis mentiras.
Los errores.

Escribo de ti.
Por ti.
Para ti.

Pero yo no quiero escribir.                                                                       mas
Yo quiero que huyamos.

Y olvidarme del cuaderno,

y de todo.


jueves, 24 de abril de 2014

usos y desusos



Lo sé, esta careta de cazadora que se deja morir, no te la crees.

Tampoco me creo tus ganas de aventura cuando buscas seguridad en los huecos de tus uñas, en las colillas que decoran tus insomnios y en el aliciente que encuentras en lo que no interesa.

Buscas seguridad echándome y me voy, aunque tenga un agujero en el estómago que pudiera colmar con un abrazo. Serás ese suceso sin resolver propio de Expediente X, lo asumo, lo acepto, aunque me acuerdo de ti más ahora que cuando nos veíamos cada día y hablábamos durante horas de las pelusas del cristal.

Pero ya no, no te importan mis pelusas ni me importa tu olor corporal, no me apetece escudriñar psicoanálisis ni retorcerme las muñecas a tientas de la caída que nunca sucede

No me te importamos recuerdos bonitos en los conciertos.
No me te llamamos a nuestras mascotas con apodos intercambiados.
No me te mediremos las espadas con la confianza de jamás enfrentarlas.

Hoy nos encontramos por la calle, ibas con una amiga -que necesitaba bechamel para tener sabor-,me saludaste cortésmente, -me sentía la Tía Gertrudis con verrugas en la boca-

“un día quedamos para un café”  “¿y las espadas?”

Hablamos de películas que jamás rodaron, exposiciones que nunca sucedieron, personas que no conocemos… Nos vemos con la única intención de no vernos.

jueves, 10 de abril de 2014

Para que jamás hagas la digestión.

Se derriten mis órganos.
Voy a licuar mi cerebro,
exprimir mi corazón
Voy a rallar mi garganta
de izquierda a derecha.
Prensar mi estómago.
Disolver mis costillas.
Voy a diluir mis ojos y
fundir mis manos.
Voy a macerar mis arterias.
Estrujar mis rodillas.
Prensar mis recuerdos.

Y voy a verterlo todo en tu tazón del desayuno.
Para que cada mañana,
mezclado con cereales,
me lleves dentro de verdad.