Olvida todo lo que te pueda decir.Es mi mentira de ti.

jueves, 28 de enero de 2016

Amanecerpuntouno.

Amanecer  1.

                            Encontrarme con tu cuerpo cada noche era como perderme de nuevo en una ciudad desconocida, en la que nunca he estado y en la que nunca, probablemente, volvería a estar.

Era como caminar a oscuras por una casa que desconoces. Con miedo. Intentado alcanzar las paredes. Cauteloso. Chocándote con muebles y buscando el interruptor de la luz como el que busca mariposas en el estómago –
abre el estómago y registra-
Tu cuerpo nunca tuvo mapas.
Ni localizaciones seguras.
Podía albergar el calor del verano y llevarlo a mi cuello,
           albergar el frio del invierno y llevarlo a mi boca.
No había transporte en él.
Tenía que caminarlo despacio. Recordando cada detalle para no perder el norte
. –El sur lo perdimos hace tiempo-
Me sentía un okupa. Un sucio transeúnte que empaña el salón más impoluto de la corte más impoluta.

Me daba miedo querer anidar en él.

Enraizarme
.   *(por el)
Calarme.        * (sobre el)
Me daba pavor la idea de reconocer cada surco, cada peca, cada olor. Saber dónde está la suavidad. Lo húmedo. La velocidad de las arterias. –Jamás pensé que tus arterias serian mis arterias-
Cada vez tu clavícula me parecía más profunda.

Necesité noches enteras re-corriéndote. Horas de peregrinación por tus dientes. Conté uno a uno tus cabellos. Memoricé el sonido de cuando tragas saliva. La intensidad de como respiras. El tic de tus párpados. Gravé el ángulo exacto de tus vellos al erizarse. Las grietas de tu mano derecha. Las grietas de tu mano izquierda. Me sentía seguro creyéndome sintiéndome en casa.


                                                                      
A

Olvidaba el campo de minas de mi carne.
Las medusas de mis labios.
Las ortigas en mi pelo.Olvidaba
el frio
                                                           seco           < -------------------- Pájaro sucio
    de cuando 
no
estabas.

                                                             



                                                            Mis pájaros podrían alojarse,pensé.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Mis sábanas ya están secas.

Yo quería hacerlo.
Quería quitarte la nieve de encima y darte calor con cada partícula de mi cuerpo.Que fuésemos lluvia en una cama.Que las horas pasaran por delante como pasan las motas de polvo.Yo quería beberte.Marcarte.Crear un cuento sin monstruos ni miedos. Quería acabar con tus miedos.Hacerte la cena.Hacerte el amor. Quería que el viento nos despeinara, tener 340 canciones por cantar.Bailar tan apretados que doliese la barriga. Quería mirarte de esa forma que solo algunos miran.Y yo soy uno de esos algunos. Quería que todo tuviese sentido. Quería el sentido del tacto.Que tu hogar fueran mis manos. Quería estrujarte, expandirte. Recitarte versos cargados de amor.Quería que te doliese la garganta de placer. Quería hacerte entender que mi piel es la extensión de la tuya.Que me duele si te alejas.Que me salen erupciones.Se irrita.Mi piel se agrietaba cuando te ibas.Quería recorrerte a diario.Verte dormir.
Pero ya no quiero.

miércoles, 7 de enero de 2015

Enero.





Los Reyes Magos me han traído tu perfume.
Ahora,
mi piel huele a Marzo.
A 8.
Otra vez.
Enero.

lunes, 10 de noviembre de 2014

611 crónica de una muerte anunciada.

Decapitar.
Cercenar.
Arrancar.
Extraer.
Cortar.
Suprimir.
Eliminar.
Olvidar.
Olvidar.
Olvidar.
Fingir que no me duele cada rincón de mi cuerpo.
Que puedes pasar desapercibido en la calma. Como en un bosque al que se le caen las hojas.
Fingir que no estás.
Que no necesito tu materia.
Que jamás te había visto más de lo que te veo ahora.
Aquí.Latente.Latente la huida.Latente el concepto de tranvía.
Idealizar.
Idealizar lo que nunca fuiste para mi.En la ausencia.En la ausencia lo eres.Eres cada imagen que querias ser y nunca te dibuje.
Se van secando tus huellas en mis manos.
El calor.
El calor cuando yo quería tener frío.
611 fotos.
611 recuerdos eliminados con un simple tac.
Como si el no ver esas fotos me hiciese no pensar en ellas.
Mentir.
Fingir.
Me.
Bloquear cada instinto.
Cancelar las tonaladas de palabras que me pesan y que son todas para ti.
Aprender a aprender.
Herido.
611  fotos.
Y nada de rencor.
Ni un ápice de odio.
Solo recuerdos.
611 recuerdos que ya no están en mi al alcance de mi vista.
Ahora solo corretean por todas mis arterias.
Y no quiero que lleguen a mi cerebro ni a mi corazón.
Quiero que se queden navegando por el estómago y mezclarlos con zumo de naranja.Con fresas y chocolate.Con todo lo que no me recuerde a ti.Con todo lo que no éramos y ahora creo ser.Porque la palabra “nosotros” nunca tuvo sentido hasta ahora.Porque un adiós se convierte en hola tan fácil como un hola en adiós.
Olvidar.Sustituir.Disfrazar.Asumir.Entender que el amor es simple.Y a las cosas simples, las devora el tiempo.

Las gaviotas de mi interior revolotean zigzagueantes y puntiagudas.Las gaviotas quieren escapar.Roen mi piel de adentro afuera.Se golpean contra mis órganos.Las gaviotas están enfadadas y quieren venganza.Sus plumas me vulneran los nervios.Siembran sus garras en mi carne.Las gaviotas quieren huir.Quieren volver.Quieren salir para regresar.Para no volver jamas a donde jamas deberían de haberse ido.Las gaviotas quieren hielo.Hacen nidos muertos en mi garganta muerta.Las gaviotas me odian.Pero ellas no lo saben.
Ellas no saben que soy yo.
Soy yo quien las alimentan,
para
que
jamás
dejen
de
herirme.




lunes, 15 de septiembre de 2014

Tapón de sal.

Están lloviendo anémonas y ladridos.
Medusas.
Pelos y zanahorias.
Mi pies es una ortiga.
Aguijones marrones,
azules.
Tengo en el pecho diecisiete barcos hundidos.
Las anémonas se introducen por mis oídos.
Por mi boca.
Trepan a sus anchas por mi carne.
Mi voz está doliente.Se arrastra por el fondo del mar. Y el crujir de las vertebras me recuerdan lo lejos que estoy.
Están lloviendo anémonas y guindillas.
Tarántulas.
Cipreses y pelotas de tenis.
Mi piel es un enjambre.
Oxido verde,
violeta.
Tengo en mis manos catorce granadas detonadas.
Las anémonas se introducen en mi vientre.
En mis ojos.
Escalan sin miedo por detrás de mi piel.
Mi voz está doliente.Cansada.Y el crujir de las vertebras no deja de recordarme,

lo lejos que estoy.



|                                |                                                  |                                         |
                   |                                               |                             |

                   |                                |                           |                                   |                     |
                      |          |                            |                           |                                     |          

                                                                                                                           miparaguasestároto


jueves, 4 de septiembre de 2014

Lacuidaddelospajarosquenosabianvolar.

A las 5.48 de la madrugada me despierta el canto de una tórtola perdida.
Se posa a los pies de mi cama.Obviando la tempestad de debajo de las sabanas.La tempestad de debajo de mi piel.Mis pulmones resoplan tanto que las mariposas no pueden respirar.
La tórtola no deja de mirarme.
Entonces empiezo a confundir rostros.
Los olores me atormentan.
Me voy desdibujando como un boceto en medio del mar.
Las brújulas giran y giran sin apuntar a ninguna parte.
No quiero que seas mi huida.

En ninguna parte.En el piano roto y la voz del sordo.
El suelo está encharcado.
El agua viene de dentro.De fuera.De dentro.

"Quiero ahogar a la tórtola.
Quiero salvar a la tórtola."


Llevo 900 noches soñando un regreso.
Novecientas.
Y ahora no recuerdo como se abría la puerta para dejarte entrar.





Y ella sigue gritando.









miércoles, 13 de agosto de 2014

para eso me callo



Y el esperpento se hizo azulejo
 que decora una calle, 
           donde paseamos las dos. 

Nos hacemos un ovillo, 
      retorcemos nuestra silueta, 
sin estiramientos, 
sin esfuerzos, 

                       cada vez más y más pequeñas
Ahora somos el contenido del azulejo. 

La célula del cigoto que creció 
en el vientre de mi madre. 

Es-                                                                                        dia
      per-                                                                                          verso
             pen-                                                                                              diente
                        to.                                                                                                  mabas