"Qualis artifex pereo" o qué artista muere en mi - cuando albergo un cementerio-

efectivamente,
hoy puedo ser la negación de mañana
de hecho ahora
no me reconozco en ninguna imagen del pasado.
estaba equivocada, no era consciente
de lo que resulta ser ahora, quien me diría que tanto cambio
me cambiaría. Mi sombra miente, mis ojos mienten, mis dedos es posible
que no sean mios, que sean donaciones de emociones mudas.

Dime qué digo -tu nada me contagia- abro la boca y expelo una burbuja
contigo dentro, la exploto y caes y te agarras a mis dientes,
cede mi mandíbula al peso de tu gravedad y caen ambas,
tú y mis palabras, sembrando el suelo
de rojo estupor, de crónica
renunciada por Santiago Nasar.


Muerto el premio, muerdo el suelo.
No patalees a mi campanilla, deja de hacerlo, tu sufrimiento grita mas que yo
sigues pataleando y tiras piedras como un ultrasur de ultratumba
no existes no existes no existes, nube de polvo de talco
ambientador de agua
sal de pared, no pisotees, no contradigas, deja de arrancarme principios
como visitante de una biblioteca
no soy mas que la extensión de tus pestañas cuando cierras los ojos
y cedes tu percepción al infinito
no soy mas que este no más, que este finish
de vez en cuando

a las urracas les gusta reírse de su desgracia.

efectivamente,
después será el verdugo del ahora
lo mismo que me da la vida me quita el sueño,
no obstante estoy cómoda,
no siendo el oro que reluces.

2:54

Y se van disolviendo en el océano

Las hojas frías del sauce que nunca lloró.

Que nunca enfermó. Que nunca sintió.

Y se va meciendo la corriente

Sus delicadas hojas que mienten.

Se detuvo el viento en seco.

Y la mar se congeló.

¿Porque nunca lloraste?

¿Por qué? ¿Sauce llorón?

existes desde fuera,vida mía

Habían apagado las luces, se habían ido todos, quedabamos tu y yo en esa habitación con pestilencia química apretujadas y con miedo a respirar.

el arte es lo que me hace pensar que el ser humano merece la pena, decías. 

Te quejabas, de que en los museos no se podía disfrutar de nada, una obra está para fusionar, no para separar, ¿por qué las ponen en vitrinas? Es como si expusieran libros en los techos, ¿nunca has acariciado tu piel con una pagina? Y dejar que se resbalen letras por tus zonas erógenas, como agua de un manantial, como si fueran caricias escapistas que encuentran destino en tu piel.

Yo te contemplaba sin pestañear, a veces no sabía si bromeabas o si hablabas demasiado en serio. Ese día sinceramente, pensaba que bromeabas cuando dijiste de quedarnos encerradas en el museo, quizá tampoco lo creyeras tu, quizá de eso traten las verdaderas bromas.

Pasamos horas besándonos en esa tumba habitable con puerta sin pestillo, hasta que te separaste y rebuscaste entre las bolsas con productos de limpieza y utensilios como escobillas de bater, ambientadores, cubos y trapos para sacar una bolsa neceser de propaganda, dijiste que extrajera lo que había en su interior, te hice caso intrigada, y saqué algún uniforme de operaria de limpieza. Lo tenías todo planeado, te miré incrédula, ¿en serio estoy enamorada de una terrorista? Hasta gurú barata llegaba, pero tanta planificación me aterra, ¿que has tramado? Reíste para después tocar todas mis cuerdas y dejarme de nuevo fuera de juego, pese a ello te perseguía ofreciéndote mi cuerpo de impulso de saltos y recepción de caídas. Nunca estuve tan orientada hasta que me enseñaste la alternativa a la derecha izquierda arriba abajo,  era la profundidad, la seguridad de cerrar los ojos sin dejar de mirar.

Salimos de la tumba y recorrimos el museo, apreciando cada obra, pegándonos a los cuadros, echándole nuestro aliento, restregando nuestros cuerpos con las esculturas, mordiéndolas, lamiéndolas, jugando con ellas, disfrutanto a fin de cuentas, sintiendo a fin de cuentas, comenzando a vivir de nuevo.

Supongo que es normal que no tardara en sonar la alarma, volvimos a nuestra tumba habitable donde nos esperaban litros de compuestos químicos, sacaste una caja de esas pastillas que le robas a tu madre, después de brindar con desatascador dormimos calientes y embadurnadas en pasmosa espuma blanca.

Como aquel anuncio de signal.

Anoche.

Otra noche.

Mas.

Anoche, de nuevo, un sueño jugó conmigo al esconder. Y me cogió.

Supongo que es porque hablo demasiado de ti, o porque recuerdo demasiado el olor de tu cuerpo, puede que sea porque he tatuado con saliva en mi boca tu nombre, y da igual los idiomas en el que lo diga, para mí siempre suena como la nana mas estremecedora. Supongo que será por eso. Será por eso por lo que Morfeo esta noche me ha llevado a tu pecho.

“Ábreme el pecho y registra”

Siempre decías eso, ahora no me importa, no me importa quién o que registre que o quien hay debajo de esa blanquecina carne. Prometí no derramar ni una letra más. Pero nunca cumplo mis promesas. También decías siempre eso.

Me he despertado con una estúpida sonrisa en la boca, y con la almohada hundida en mi cráneo, ¿o era al revés?...bah!

No me importas (mentira) no me acuerdo de ti (mentira) no quiero besarte de nuevo (mentira) no me duele que registren tu pecho y no quede ya nada de mí (mentira) Te perdono. (Mentira)

Al levantarme me lavé la cara con la pulcritud del asno que viste de Versace.

Soñé.

Que estabas ahí, donde ya no estás, con la boca manchada de pasta de dientes de menta, y la cara brillante de cremas que no te hacían ninguna falta, porque estabas tan guapa al dormir, que Morfeo se enamoró de ti, y por eso, por sus celos, me atormenta ahora cada noche burlándose de la cremallera que cosiste en mi brazo derecho, aquel que tiene 23 lunares,23 lunares tuyos, que acabaré arrancando con mi propia lengua.

anticlímax

permanecías en esa selva de laurisilva dragón
rodeado de ramas de llamas, sin abrasarte un ápice debido a tu condición de estatua de sal. Sofocas cualquier combustión química y las explosiones de tu aliento apaciguan toda rebelión nuclear. Eres guerra a la vez que desafiante paz. Tu poder radica en la contracción confundiendo en esa huida valiente que tienes con el mundo, tranformando la gravedad en repulsión magnética te obcecas demasiado en levitar, y lo consigues a precio de temporada.
lo confieso, no se quien soy y me pierdo por un poco de realidad, lija de metal que me pulimenta las ideas y todo se traspasa y da igual si miras mi sombra o la suela de tu zapato, me extingo entre líneas, me acoplo en el punto suspensivo para resurgir en la acidez de una cena de pimiento.

y para eso por supuesto me quedo en el vacío
y en esa metáfora que cabalga en las uñas del pie y recortas de vez en cuando para volverte a sorprender pinchando.


-Vén-venceme, arráncame de raíz y haz con mi espacio el desdén de tus talones.
-Si te atreves a existir rogaré al infierno que me devuelva la cabeza.

Cuando te derrumbaste y por una vez estabas entera..tinta.

Un vacío repleto de mí.

Y de las melodías que caen como gotas en gotas de agua. Como los movimientos de una silenciosa geisha muerta de frío. Muerta de sed. Así se quedó, tumbada, zurdida, turbada. Enganchada al suelo seco de nieve, mientras el viento peinaba su boca enredando deseos, que explotan en su diente inferior derecho. Prometo sacarte de allí, le grita. Mientras sus oídos entaponados de olvido avivan el fuego de su recuerdo, el sonido de la misma música, el aire del mismo grito. Deja de abrazar el suelo. Tengo miedo, grita ella. El viento se la lleva sin rumbo. Él la mira. La olvida. La destierra. La entierra. La hunde. La expira. Ten miedo. Alguien me mira. Se arrastra tranquila por el suelo de arena roja, se deja mecer, se deja empujar, se deja violar. Llora dentro del llanto y grita dentro del rio. No se contiene. No tiene nada que contener. Desgarra su ropa. Destroza su piel. Siempre el mismo olor a amapolas rotas. Siempre el mismo perfume a nostalgia .A fruta seca. Recorre piedras, gatos, ortigas y nieblas, agua, jardines, sonidos sin letra. Recorre sangre. Recorre tierra. Llena su boca con el nombre que quema. Arde.-Mis huesos no gritan. Me beberán todo el cuerpo.

Si digo agua ¿beberé?

Si digo ven ¿volverás?

tan suficiente como el despertar cotidiano

habérmelo dicho
no querías un amante, ni un amor
ni mucho menos me querías a mi
ansiabas la libertad de unos besos ahogados
que fallecen en el momento dado.
querías un títere con cabeza
porque la tuya perdiste cuando sentiste
que eras demasiado adulta
o mas adultera
que nadie) sabiendo entre dientes lo que no
le decías a nadie) no eres perfecta) no encajas
en la idea de los demás
no asumes que eres mas de lo que cualquiera
pueda pensar_ y yo)
y yo qué he hecho durante un año evocándote
sin parar como si fueras el oxigeno que perdí
como si significaras esa verdad que no hace
falta contrastar_absurda religión
es el amor
cuando es llevado al límite de la realidad
cuando de hecho la confirma de una manera
tan espantosamente creativa.

Te dediqué tantas estupideces que cuando hice
algo inteligente no lo identificaste y pasó
lo que nunca pasa_ hiciste caso_te perdiste_te salió
un herpes_que no era mas que el amor que te quedaba
atragantado entre la espalda y la pared_
ese puñal era mi mas oscura sinceridad
esas lágrimas eran nuestro pasaporte al infinito
esta pena es lo que hemos muerto la una por la otra
que al final es lo que nos depara la humillante
felicidad prometida
_nada_

Me quedé prendada de una materialista
disposición de entregarte mi vida que
como ves
es tan incorrecta como mi acento de muerta
al decirte que solo te pienso desesperar
hasta el segundo en que vuelvas
para abrirte de alas)comerte la libertad y
abandonarte como hacías tú) con el placer
desabrochado y la conciencia derrapando espanto
a 140 yardas de tu escabrosa identidad


Se que palideceré en mi cripta y tus manos
aún querrán ahorcarme)tienes la eternidad)
vía libre y mi corazón sangriento travestido
de la última polla que chupaste.

¿Que tál la sensación de ver como ardian por tí mis manos en el fuego?

Y aquí me quedé, como lo que el viento se dejó.

Se lo llevó todo, pero se olvidó de una caja de lunares y pestañas.

Se olvidó de mi vacío.

No entiendo porqué. Ni entiendo cómo. En realidad no entiendo nada.

Un olvido lo tiene cualquiera. Pero ahora no tengo nada con que jugar.

Ni lugares donde bailar.

No veo, no huelo, no siento.

-¿Dónde está eso?

-¿El qué?

-Nada.

Y aquí me quedé, como el rio congelado donde flotaba su cuerpo.

No.

No más.

Es tan tarde que es ahora. El momento menos pensado.

El aire está lleno de gritos.

Y aquí me quedé, sin luz, ni noche, ni llama, ni llanto, ni árbol, ni pez, ni cascabel, ni sonrisa, no mariposa ahogada en el tintero, sin casa, sin cuerpo, sin espejo, sin cuadernos, sin acuarela roja, me quede sin recuerdos, ni nostalgia, ni tristeza, ni quebranto, ni suspiros, ni despedida. Me quedé sin despedida.

Sé obsceno.

No.

No más.

No más drama.

¿Donde escondiste las incognitas?

me encanta que ames a otra, me encanta que ames a fin de cuentas
Estoy dispuesta a celebrar eternamente tu vida, te dije que tenía un regalo, es un planisferio, un mapa del universo, centrado en la vía láctea, si, pero una vez teniendo una pequeña parte podemos tenerlo todo, así me pasa contigo.
Tengo tu abrazo que alimenta mil meriendas, millones de noches, kilómetros de caricias (aun por cuantificar) qué mas da.
en todos estos años no he querido tirar ningún deseo, me acechan multitudes sedientas y les guardo un océano.
No hay día que no repase las espinas que me diste, las guardo celosamente y de hecho aprecio que crece su brillo, ahora no se si son espinas, lágrimas vivas o estrellas bandidas, que se han escapado de arriba para poblar el firmamento de mi pecho izquierdo.

No quiero hacer contigo ninguna ecuación y sin embargo no paro de hacerte comparaciones, no quiero separarme de ti con incógnitas pero relleno silencios de Xs e Ys que desbocan a contraluz la verdad de nuestras sombras. ¡Horror de polinomio! Cuya solución quizá encuentre bajo las lapidas que reposan en las vistas de tu ventana, donde distraidamente posaste tu retina antes de cavilar la fantasía de tu mejor masturbación. Quien sabe.

Me chiflaría encontrarme con tu vida en uno de mis viajes por el tiempo, estoy tan vacía y a la vez tan llena de oasis sin desiertos y quimeras tapizadas de hiperrealismo.
Me monto tantas historias que no se hasta qué punto estoy vinculada a la ocasión en la que te coja la mano para tapar tus lineas con las mías y hacer un garabato de destinos.

Van Gogh, Dalí, Rubens, Klimt, arte saldría, seguro.

Vaffanculo

Me he levantado con una necesidad ardiente de bailar, pero al hacerlo tenía los pies pegados a las losas, me abarcaban y atrapaban como una enredadera impávida, siempre fría. Y he pensado, ¿Qué puedo hacer ahora, aquí, de pie, desnudo?

Encendí una cerilla rosa y quemé mi corazón calcinado ya.

Tenía  tanta hambre que me tragué las cenizas, a veces distinguí el dulce sabor a sandía.

Crujían las bocas tan fuerte que el estruendo no paraba de hacer que los parpados gotearan y que chirriaran mis venas como una vieja caja de música oxidada, tan oxidada como mi lengua.

Y de nuevo vino el frío, y empecé a estirar mi piel para taparme con ella. Me he dejado los dedos en carne viva, en carne muerta.

El wáter está lleno de centimientos, con “c” de cemento, como el cemento de mi cráneo de acero, de esos que se ponen en las operaciones de traumatología, de esos que, en realidad, no funcionan. No sirven de nada.

Luego he cerrado los ojos.

Y me he dejado violar por una caricia.

Introduzco el dedo índice en el ombligo, giro y giro y estrujo y gimo.

Introduces tu dedo índice en tu boca, giras y giras y estrujo y gimes.

Dame una eme

Dame una e

Dame una ene

Dame una te

Dame una i

Dame una erre

Dame una o

Dame una ese

Dame una o

¿Cómo se dice “que te jodan” en árabe?

en qué vacío te encontré?

hay un charco de whisky bajo mis pies
es el sudor del desenfreno,
intento paliar sus efectos con un balanceo
de mis ideas macabras.
Pienso en esos esqueletos que bailan
vibrando sus nervios rubicundos
enlazados con su tenue longevidad

has visto? somos ancianos plenos de juventud
que no atienden a falsas modestias o
adulaciones imprecisas sobre lo que hacemos con nuestras mentes.

Yo no quise anunciar una verdad, cuando sostuve tu alma mientras el paracaídas
conducía mi espanto contra la tierra, comprendimos
el deseo de desahuciar al deseo
de poner un cartel en nuestras identidades
"se busca contenido, razón indudable siempre mentirosa"

Tengo la mosca detrás del sonido, toco
este brotar de alas mojadas
de sudor
de desenfreno.
Que peste a whisky y resbalo,
no me levanto, siento el palpitar del suelo
me convierto en montaña, me masturbo con las nubes
envueltas en saliva
y río, y lloro con esas luces en la entrepierna
tus recuerdos muertos reencarnados
en lo que nunca seré.

Hay un frío bajo mis pies.

Lo sabia.

No me ven.
Mis-tus demonios no me ven.He conseguido agazaparme bajo la piel de mi piel, esa que ya no me pertenece,esa que dejó de sudar para sacar por mis poros cera caliente y naranja,esa que a veces quema.
Sé que han venido a por mí.Tú tambien los sabes.No me importa, voy a entregarme como la que el rio no contuvo, voy a dejarme fluir por la saliva del miedo atroz que me da el recuerdo,del asco impune que le tengo a unas letras que forman un nombre, de la nostalgia incluso de lo que no viví.Me pillan jugando a la rayuela con mi cráneo.
Me buscan en un vacío cargado de tí,de los silencios ahogados y del aliento roto.No quedan suspiros, te los llevaste, los masticaste como se mastican los kikos,no-que-da-na-da.
Aquí estoy.
Venid.
Quiero salir, sacadme de aquí.Sopladme como si fuese un diente de león, derramadme,solo cargo imagenes.
Hace frío y se acercan.
Ya sé lo que quieren, a que han venido,lo sé.
Vienen porque lo saben,porque quieren oirlo, quieren robarmelas,quieren que cuente...mis mentiras de tí.



Y lo haré

"drenar las visceras"

Los demonios abren la ventana, saborean la munificencia de la inspiración y pretenden secuestrarla, salvajes, me ponen colérica, no soy nada del otro mundo, no tengo ninguna clase de dote divina pero en estos temas soy terrible, posesiva y astutamente recelosa. Mantengo la calma, me muerdo el labio, tengo sed, quiero un té - no es lo mismo que un te quiero- me voy, no puedo, tengo a los demonios en mi espalda, dispuestos a absorber la inspiración que se derrite dactilar. Un dos tres mil. Son fuertes, no se rinden, me desgarro, me están arrancando algo. Me duele la cabeza, no me duele, no tengo cráneo y hay un agujero en mi nuca, tengo ansiedad, mi corazón aporrea, sollozo y las lágrimas esconden palabras, lendñlsadnalwneowindn samw

¿Qué iba a decir? Lo que nunca fui, alguien con dos dedos de frente, ahora no tengo dedos con los que medirme, tengo boca, pero no palabras, ideas inexactas que se pierden en su soledad, no hay contracción, no hay expansión, inmutabilidad espantosa, perdición........................................................
otra vez, megafonía para mi identidad perdida
en el frondoso bosque del amor, donde te busqué tanto tiempo y te encontré amordazada en esa trampa para ratas, te lo dije, no soy alimento de carnívoras, a mi hay que sorberme como un gazpacho.
Los demonios han entrado y cuando les abro la puerta empiezan a salir
mis mentiras de ti.