Estereotipar una piel.
Mientras estas en el centro del fuego.
Un día sin hacer el amor es un día perdido.
Vomitar poesía,
romanticismo,
cianuro en rostros latentes a los que nunca conoceré.
Caras que nunca tendrán nombre.
Bocas a las que jamás besaré.
Sentir el crujir de cuando te alejas.
Nucas que saben diferentes.
Saladas y secas.
Nucas muertas encima de mi almohada.
Humedad que enfría el hueco desde mi pecho a mi clavícula.
Humedad vacía,
zigzagueante,
aterradora.
Se nublan los conceptos como las imágenes de cuando comía sandía de tus dientes.
Errores gramaticales que sentencian a mis manos ya sentenciadas.
La habitación está en ruinas.
Asco.Polvo.Asco.Escombros.Asco.Barro.Asco.Lubricante para que quepa un poco de verdad en un alma tan grande.Asco.Abismo.Asco.Mentira.Asco.
Y de entre las piedras y escombros oigo el llanto de un animal moribundo.
Y escarbo
Escarbo -como cuando escarbaba en ti buscando donde me perdí-
Y su grito se hace cada vez más agudo.
Y los dedos se me empiezan a agrietar.
Apilo cuerpos como latas desechables.
Encima de mi cuerpo.
Sin dejarme respirar.
Y mi aliento se va mimetizando con el llanto del animal herido.
Dentro del fuego.
Como aquella vez.
133 espasmos
y
ni
un
recuerdo
vivo.