Olvida todo lo que te pueda decir.Es mi mentira de ti.

martes, 28 de enero de 2014

Sintaxis sin ti.


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Me gusta inventar palabras e idiomas nuevos.
Hoy inventé uno.
Una frase.

“Te echo de menos.”

Lo sé. Da igual cómo se lea
para el caso es lo mismo.
Una puta frase siempre en mi cabeza.







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sábado, 25 de enero de 2014

Invento palabras para todo,le dije.


Voy a escribirte cada día buenos días y buenas noches.
No quiero que me contestes, me dijo. Lo haré a diario. Cada día que piense en ti antes de dormirme y al despertarme, me dijo.
Te escribiré.
No quiero respuesta ni espero que pase nada.
Solo quiero decirte buenos días y desearte buenas noches, me dijo

Hasta el día que deje de hacerlo.
Entonces ese será el día que sepas que ya no puedes regresar.

Entre tanto, bueno días.

Me dijo.

miércoles, 15 de enero de 2014

Me quito la ropa con un tenedor.



Yo



Yo quería desnudarme ante ti.
Pero de verdad. De dentro a fuera como si la carcasa de mi cuerpo fuese reversible. Como si quisiera que hicieses con mi piel una pequeña tienda de campaña y te acostaras dentro de ella. A lo alto de una montaña en plena noche de invierno. Y que vieses las estrellas. Tan cerca de ti que con sus puntas te rasgaran y te hicieran cosquillas. Quería quitarte los miedos a lametazos. Para siempre. Y que el vaho de mis pulmones fuese tu calefacción centralizada. Centrada en tu pecho. De mi pecho a tu pecho. Y juntarlos mientras nuestras costillas se aceleran a compás.Y que sonara nuestra canción favorita mientras sonreímos como niños pequeños. Como si mi cabello fuese tu campo de trigo. Y trizar todos los amaneceres posibles y por haber. De eso te hablo. De esa forma de desnudar. De que cazaras todas las mariposas muertas que anidan en mi interior y las expulsaras  de ahí para siempre. Que tallaras por dentro lo que quiero que seamos por fuera. Y hacer de las noches todo nuestro día. Y de los días el deseo de que llegue la noche. La saliva siempre cura la fiebre. Y siempre que pienso en ti  me sube a 38º    -Así permanecerás caliente, te dije.

Quería desnudarme de esa forma.
Pero tú no lo entendiste.


Tú solo querías verme los cuádriceps
 y subirte encima.











Tengo secos todos los rotuladores de mi mesita de noche. Esos con los que apunto en mis piernas los metros que me separan de ti.

Freir espárragos.

lunes, 13 de enero de 2014

Acaba de nacer




Mis fosas nasales parecen una discoteca cuando llega el amanecer, repleta de aliento y vasos rotos. Intento que mi respiración no favorezca a tu mala vida, días disfrazados de noches y soledades impuestas ante cuclillas incómodas.
Volverás a sorprenderme con tu mirada translúcida, me dejarás fría, como siempre, y con los amantes en la puerta y las llaves puestas, para que entres y salgas aunque me esterilices a mordiscos, con bofetadas en la cama y con esa forma de decir "puerca" cuando el ansia no te deja.
Estoy tan dilatada que las bragas se me espantan, vuelvo a esperar desnuda a que algo pase, algo, algo, abre, abre....
Usas mis raíces de corbata pretendiendo alcanzar cierta pose masculina. Cuando sabemos que no existe. Que no hay quienes, ni cuandos, ni cómos. Solo interrogaciones descoordinadas, ¿Cual vida es cual sin la una o con la otra?  No hablo de posesiones o certezas.
Hablo de piernas, de antebrazos apretados, de encarcelar mis manos en tus gestos y ser lo que eres, vivir lo que eres e implantarme un cordón umbilical para que me alimentes constantemente. Qué inútil rumiar deseos fraudulentos cuando sería tan fraudulento que se cumplieran.
Que me desataras de la cama, que descargaras las municiones del ejercito entre mis piernas. Es innecesario. En serio. Porque cada vez que sangro pienso en ti.
Y es posible que de aquí a 5 minutos salgas de entre mis costillas y tengas la indecencia de decirme

que mi cara no te suena de nada.

sábado, 11 de enero de 2014

El caudal se ha vaciado.

Estereotipar una piel.
Mientras estas en el centro del fuego.
Un día sin hacer el amor es un día perdido.
Vomitar poesía,
romanticismo,
cianuro en rostros latentes a los que nunca conoceré.
Caras que nunca tendrán nombre.
Bocas a las que jamás besaré.
Sentir el crujir de cuando te alejas.
Nucas que saben diferentes.
Saladas y secas.
Nucas muertas encima de mi almohada.
Humedad que enfría el hueco desde mi pecho a mi clavícula.
Humedad vacía,
zigzagueante,
aterradora.
Se nublan los conceptos como las imágenes de cuando comía sandía de tus dientes.
Errores gramaticales que sentencian a mis manos ya sentenciadas.
La habitación está en ruinas.
Asco.Polvo.Asco.Escombros.Asco.Barro.Asco.Lubricante para que quepa un poco de verdad en un alma tan grande.Asco.Abismo.Asco.Mentira.Asco.
Y de entre las piedras y escombros oigo el llanto de un animal moribundo.
Y escarbo
Escarbo -como cuando escarbaba en ti buscando donde me perdí-
Y su grito se hace cada vez más agudo.
Y los dedos se me empiezan a agrietar.
Apilo cuerpos como latas desechables.
Encima de mi cuerpo.
Sin dejarme respirar.
Y mi aliento se va mimetizando con el llanto del animal herido.
Dentro del fuego.
Como aquella vez.
133 espasmos
ni
un 
recuerdo 
vivo.