Olvida todo lo que te pueda decir.Es mi mentira de ti.

lunes, 13 de enero de 2014

Acaba de nacer




Mis fosas nasales parecen una discoteca cuando llega el amanecer, repleta de aliento y vasos rotos. Intento que mi respiración no favorezca a tu mala vida, días disfrazados de noches y soledades impuestas ante cuclillas incómodas.
Volverás a sorprenderme con tu mirada translúcida, me dejarás fría, como siempre, y con los amantes en la puerta y las llaves puestas, para que entres y salgas aunque me esterilices a mordiscos, con bofetadas en la cama y con esa forma de decir "puerca" cuando el ansia no te deja.
Estoy tan dilatada que las bragas se me espantan, vuelvo a esperar desnuda a que algo pase, algo, algo, abre, abre....
Usas mis raíces de corbata pretendiendo alcanzar cierta pose masculina. Cuando sabemos que no existe. Que no hay quienes, ni cuandos, ni cómos. Solo interrogaciones descoordinadas, ¿Cual vida es cual sin la una o con la otra?  No hablo de posesiones o certezas.
Hablo de piernas, de antebrazos apretados, de encarcelar mis manos en tus gestos y ser lo que eres, vivir lo que eres e implantarme un cordón umbilical para que me alimentes constantemente. Qué inútil rumiar deseos fraudulentos cuando sería tan fraudulento que se cumplieran.
Que me desataras de la cama, que descargaras las municiones del ejercito entre mis piernas. Es innecesario. En serio. Porque cada vez que sangro pienso en ti.
Y es posible que de aquí a 5 minutos salgas de entre mis costillas y tengas la indecencia de decirme

que mi cara no te suena de nada.

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