Yo
no soy un animal de odio.
Ni de rencor.
No soy un animal que huye y destierra.
Que olvida.
No araño ni desgarro.
No soy un animal de herir.
Ni de doler.
Tengo la respiración acelerada como si corriese de noche por el bosque.
No soy un animal de soledad.
Yo no soy un animal de odio.
Ni de borrar momentos.
Ni de desconocer lo que conozco más que a mis dientes.
No soy de apartar miradas,
soy de clavarlas.
No soy un animal que desecha todo lo que
fue.
No.
No.
Tengo 234 fieras dormidas dentro de mi cabeza.
Y las mato una a una,
para que solo,
esa que está en mi corazón,
No hay comentarios:
Publicar un comentario