Piel derramada.

Tengo tu piel derramada en la mía,limpiando cada poro por dentro, calando, oxidando, adentrando, se se se . Se acumula la sed.
Se sedienta la carne.
En cada parcela de cada cuerpo.Una prisión. Los grilletes de tu pelvis no dejan de mover mis vertebras derretidas y expandidas en forma de colchón.
Golpeo los barrotes en un compás sin armonia, rebusco insaciable entre temblores y delirios, mi mente se desprende de mi cuerpo y se concentra en tu sudor, resbala por tu obligo y me encuentro decorando el fulgor de  estos barrotes, pelvis dura contra piel derramada sobre espasmos de-sol-soldados. Me he quedado cruzando el destierro con tu cuerpo temiendo mis temores. No sé como he caido en esto.

¿Debajo de tus uñas guardas el calor de esa noche?

A                          turde
R                          asca
A                          ncla
Ñ                         ora
A                          rrastra
           me
       el aliento.

He fustigado la razón, la lógica y la cordura. Y las tres me han violado diecisiete veces.Con diecisiete versos.Con diecisiete caricias que estallan en mi ropa interior.
No sé como he caido en esto.

Estupidez renacida cuando después de pensar que he superado la desidia de perseguir anhelos en procesiones del Ángelus y Corpus Christi, sentir la frivolidad de santigüarme pensando en los pecados, en tu lengua de latex, en los volumenes que fallecen en mis parpados
en las veces que he contado tus milimetros con mis paletas y después he recogido como una palabra malsonante en un malmomento. He vuelto a extender tu longitud en mi habitación y no he parado de recorrerte y aún hoy prefiero destinarme en tus mapas que en cualquier mundo que quiera bienhallarse.
No se como he caído en esto.

Re         COJONES
Re Cogeme
Re siduos de tí en mi, de mí en tí...

Todo esto es un puto circo.
Y yo solo soy un trapecista, cuyo trapecio es la saliva que se te cae del labio al dormir.

Mi red está rota.



                                                                                                                  Tú la rompiste.
Una mariposa transfuga se quiso quedar, pero la rompiste y toda mi recolección quedó en el aire. Voló.

Mi estómago está vacío de amores posibles. Vitalidad dejada en la colada, cualquier calendario apesta sin tí.

¿Porqué no te pierdes un rato y me dices cuanto te debo?